La melanina es un biopolímero, encargado de dar pigmento a nuestra piel y al cabello. Además, es un FOTOPROTECTOR excelente, ya que disipa más del 99,9 % de la radiación solar UV absorbida y la transforma en calor para prevenir el daño indirecto al ADN.
La cabeza, es la zona más alta de nuestro cuerpo y, por esa razón, está más expuesta a la radiación. Ahora fíjense lo hermosa que es la naturaleza humana, precisamente el hecho de que la cabeza esté tan expuesta ES EL MOTIVO POR EL QUE TENEMOS TANTO CABELLO EN ESA REGIÓN. ¡Por una cuestión simplemente de PROTECCIÓN!
La melanina juega un papel importantísimo en nuestro cabello, cuando deja de existir, el cabello cambia totalmente, incluso en cuestiones de hidratación y textura.
Cada pigmento de melanina (al igual que toda la estructura interna del cabello) goza de humectación en cada molécula y todas esas moléculas juntas, son la sumatoria de un cabello hidratado naturalmente.
Cuando hacemos un proceso de decoloración, ¡no solo estamos extrayendo pigmentos, sino también la humectación natural que ellos contenían! Por tanto el cabello queda deshidratado.
Por eso siempre los cabellos decolorados requieren de mayor cuidado y mantenimiento y uno de esos principales cuidados radica en el uso de protector solar para el cabello (y si es posible, incluso en los cabellos canosos también).